Como se vuelve a poner en candelero la Muestra de Pop, Rock y otros Rollos, ahí va ésta:
23 de marzo de 1984
Hace diecinueve días que nació Víctor, mi tercer hijo. Laura sigue en Zaragoza; en la costa no tenemos a nadie y mi madre y la suya se rifan a sus únicos nietos para cuidarlos: Adrián y Amalia necesitan ese contacto con los abuelos, con la familia que no disfrutan en Peñíscola, ni siquiera dentro de la casa de sus padres. Son muy pequeños y parece que no entienden nada, pero lo huelen.
Yo, voy y vengo. En la costa no puedo abandonar la relación con mis posibles futuros clientes, con los que nos darán de comer.
Aquí, en Zaragoza, tengo a mi familia, a mis amigos, a los que cada vez veo menos (nada) y a Marga. No quiero que me recuerden el BV, mi fracaso, y sin embargo ahora, no sé cómo, me encuentro metido en semejante berenjenal.
Estoy rodeado de una marabunta de tribus urbanas, bulliciosa pero pacífica, como en los mejores tiempos del BV-80, aunque a lo bestia. Es la misma gente, por lo menos los que veo cerca del escenario, los más bregados. De diez metros hacia atrás no conozco a casi nadie, la mayoría son quinceañeros o pijos de las zonas de
Cartel de la I Muestra. Autora: Elena Fernández Echeverría
Los del GOM han “tocado marro”, su premio será la repetición de esta “bacanal” año tras año. Aquí, la única forma de hacer algo auténtico es montándoselo uno mismo. Las instituciones (que son las que tienen nuestra pasta) lo único que han de hacer es apoyarte, pero sin meterse por en medio.
Me han dicho que hoy pretenden vender más de diez mil entradas, y que mañana y el domingo esperan la avalancha total. Hasta en el nombre del evento han acertado: ¡Qué mejor que “Muestra de Pop, Rock y otros Rollos” (la primera) para hacerlo en
Fuera del Pabellón hay un movidón increíble: han montado exposiciones de fanzines y comics de toda España, tiendas de ropa para los diversos gustos faunísticos, de chapas de grupos y mensajes encubiertos para iniciados o que lo quieren ser, aderezos estrambóticos, libros, discos, y los nuevos Cd’s que, aunque ya llevan funcionando más de un año, no los compra ni dios, sólo te los dejan mirar de lejos, por el precio son intocables (aún están a casi tres mil pelas la tirada).
La “vasca” anda loca de un lado para otro, como si no les fuese a dar tiempo de verlo todo, de disfrutarlo todo; la mayoría vienen en busca de rock, pero algunos tienen hambre de modernidad, y los más modernos, curiosidad por la postmodernidad. Aquí en Zaragoza no se había hecho nunca nada igual y seguramente en España tampoco. Esto (aunque no lo voy a ver) tiene que hacer despegar a la ciudad ya.
Hay conocidos por todas partes, unos me saludan y otros no. Los que no, aún deben de pensar que me hice de oro a costa de ellos y estoy viviendo de lo que saqué del BV. De lo último, en cierto modo, tienen razón, todavía por algún rincón debe de quedar algo que pueda vender.
[...]
JAROJUPE: Grupo de rock portugués que actuó en la Muestra.
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