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Blog de información sobre el mítico bar de Zaragoza, fundado por Valtueña, que tuvo su apogeo entre 1981 y 1983.

EL CULPABLE DE LA MOVIDA

EL CULPABLE DE LA MOVIDA
Josemari (Valtueña), 1981

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miércoles, 26 de enero de 2011

Hora y media de gloria

9 de la noche, 25 de enero, 2011

Entra un señor a un bar de barrio. El dueño, desde dentro de la barra, pone cara de alegría al verlo; los tres clientes que se apoyan en ella, de sorpresa. No lo han visto por el bar desde que el día 2 de enero empezara a cumplirse la ley antifumadores en España.

Se acerca al mostrador y le pide una información al dueño, que no viene a cuento. El recién llegado echa un vistazo rápido a su alrededor mientras recuerda aquellas veladas preñadas de creatividad comunitaria, fuese compartida o en solitario, que añora ya no sabe si volverán.
Las mesas que hay en el fondo están todas vacías. Además, es seguro que piensa que ha estado toda la vida gastando una buena parte de su dinero en bares y restaurantes por ser unos de los sitios donde más a gusto se encontraba. Ahora ya ¿para qué?
Aunque no se sintiera muy mal recibido en ellos, que dependería de si los ocupaban uno o cuatro antifumadores recalcitrantes, ya no estaría a gusto.
Si fuma, bebe y habla. Si habla, bebe y fuma. Si ha de pasar sin fumar, también puede hacerlo de beber, y entonces, de puro cabreo, por la imposición, ni hablaría.
El dueño, que sabe de su disgusto y de su lucha abierta contra la confinación de los fumadores en la puta calle, le pregunta con sonrisa cameladora:
-¿Una copita, señor?
El señor responde:
-¿Ya se puede fumar en este bar? Y si fumara ¿qué pasaría? ¿alguien de aquí me iba a denunciar?
A lo que el dueño contesta:
-Mire, yo ahora me sentaré en una mesa del fondo a echarme un cigarro porque ya ve cómo llevo la garganta, hecha polvo. Y no es de fumar precisamente, sino de hacerlo en la calle. Así que, si quiere, usted mismo.
Los tres de la barra miran estupefactos, y no sabe si son de los buenos o de los malos.
El señor le advierte:
-Si llamas a la policía no me importaría echarme un cigarro, así te curas en salud. Aunque si no tuvieses teléfono, nadie te podría echar en cara el no haberla llamado.
-Es verdad. Yo no tengo por qué tener un aparato de esos -dice el dueño.
Pero no la llama y sí que tiene teléfono.
El señor dice algo que sólo el dueño escucha. Decide pedir media copa, seguro que en pago a la información que ha venido a buscar.
El dueño comienza a ponerle una entera y el señor lo frena. Lo de que "se va ya para casa" parece una excusa por pedir tan poco, pero será verdad. ¿Qué va a hacer en la puerta a 2º bajo cero? Sin embargo dice que se lo tomará afuera, intercalando aire puro con caladas de cigarro. Y coge dirección hacia la calle.
Antes de pisarla, a través del cristal de la puerta, ven llegar a otro viejo cliente con un pitillo encendido. El señor, de repente, se encuentra con la mano del dueño sobre su hombro frenándolo, que ha salido de la barra corriendo. Abre él mismo la puerta y le dice al que llega que no tire el pitillo, que pase.
El recién llegado, con un pie ya adentro y la pava en la mano, la mira y nos mira como si estuviese cometiendo el mayor pecado.
El dueño cierra con llave por dentro. Exclama:
-¡No se ha jodido...! ¡Vamos a fumar, que ésta es mi casa, ya no es un lugar público, está cerrado, así que entrará quien yo quiera!

Nos refugiamos arrimados a la barra cerca de la puerta, saca ceniceros y un paquete de tabaco para invitar mientras dice:
-Éste es el cigarro que mejor me va a sentar en todo lo que va de mes.
Comienza la alegría. Los que no se sabía si eran buenos o malos se unen a los otros tres, sacan tabaco y todos, jocosos, empiezan a despotricar aportando datos y más datos en contra de esa ley que, por absurda, resulta castrante.
Van apareciendo uno y otro y otro de los habituales. Sólo tres de ellos, los tres fumadores, a los tres se les da paso. Conforme entran, después de alucinar, sacan su tabaco y se unen a la juerga.
Se asoma a la cristalera, con no se sabe qué intención, un señor mayor de pelo cano. El dueño pone cara de preocupado, será por la pinta de exfumador, pero manda que le abran. El canoso se asoma, se le ve olfatear esperando que no sea un sabueso, pero se siente invitado al escuchar de detrás de la barra:
-Pase, pase si quiere. Es que estamos fumando.
Entra sin saludar a nadie, recorre el local de una punta a la otra y, sin pararse, de la otra a la primera, y se va como ha llegado. Se supone que no ha encontrado a quien buscase.
Nadie le da importancia, hay demasiada alegría entre los contertulios, están en la gloria.
El señor que ha provocado a la revuelta se pide otra copa, esta vez entera, para celebrar. Seguro que también, como al dueño, además de los pitillos que lleva consumidos en media hora, es la que mejor le sienta en todo un mes.
Se le abre la puerta a otro señor. Entra, saluda, se sienta él solo al final de la barra, saca su tabaco de liar como si nada, se pide una caña, se fuma un cigarrito, paga y se va.
A los dos minutos vuelve a llamar, se le da paso, se acerca a la barra y pide disculpas al dueño por haberse fumado un cigarro sin darse cuenta de que lo estaba haciendo en un bar. Que no se ha percatado de ello hasta la última calada y, una vez en la calle, ha decidido regresar a dar la cara. El personal ríe invitándole a fumarse otro. Es cuando se hace consciente de que huele a libertad, de que no ha sido consciente de haber recuperado su libertad por unos minutos. Y, mirando al techo antes que al dueño, mientras coge un cigarro de cajetilla, se pregunta y pregunta sin hablar, por cuánto tiempo podrá mantener esa sensación... y pide otra caña. De respuesta, recibe una sonrisa.
El que venía sólo a preguntar, da el último sorbo a su copa y pide la cuenta. Satisfecho, dice que tenía dos, y paga dos.
Pocas veces en sus vidas han sentido tanta satisfacción. Se saben transgresores, quizá iniciadores de una pequeña revolución. ¿Quién no llamaría felicidad a esa sensación? Un día para no olvidar jamás. Una rebelión a cara descubierta: los cristales transparentes evitan la clandestinidad.
Esto no es una fantasía. Yo, Valtueña, estoy aquí.
En uno, es posible que de los muchos innombrables bares de Zaragoza, he encontrado mi sitio.
No sé, igual es porque hacía mucho que no iba de bares.

viernes, 21 de enero de 2011

Sabias reflexiones de un no fumador inconcienciable

Heraldo de Aragón, 21-1-2011
Columna DÍA A DÍA
Juan Luis Saldaña

No concienciado

CONCIENCIAR y sensibilizar. Siempre aparece alguien con ese objetivo.
Nos sobra concienciación y nos falta conciencia. Nos sobra sensibilización y nos falta sensibilidad.
La sensibilización y la concienciación terminan siendo una forma de propaganda vendida con buenas palabras. Las dos buscan un cambio de hábitos en la sociedad y la imposición paulatina de una costumbre. Son, a fin de cuentas, campañas de información encubiertas. Algunas están llenas de inocencia y otras rebosan intención.
La sensibilidad y la conciencia ayudan a dirigir la propia conducta hacia un fin elegido libremente. La sensibilización y la concienciación te llevan al ritmo de la moda porque son términos relativos y manejables.
Sirvan como ejemplo los últimos coletazos antitabaco.
La sensibilidad ayudaba a no fumar cuando se molestaba. La sensibilización, en cambio, impone no fumar en determinados ámbitos.
La buena conciencia, acompañada del sentido común, sugiere preguntar a los demás si les molesta el tabaco. La concienciación prohíbe y, además, en este caso, invita a delatar con una frialdad asombrosa.
Otra vez, la guerra de las palabras, el arma del lenguaje.
Mientras tanto, yo ya he decidido que nunca estaré concienciado ni sensibilizado y que huiré de concienciadores y de sensibilizadores como de la peste, por si acaso.
Empiezo a sentirme extraño en una sociedad autómata capaz de dar bandazos en sus hábitos y costumbres a golpe de ley. Me da miedo escuchar en conversaciones argumentos que planeó un legislador más o menos iluminado y que calan en el rebaño de borregos como dogmas irrebatibles.
Esta columna no pretende hablar de tabaco, pero a mí, que soy algo deportista y poco amigo de ataduras físicas, me están entrando unas ganas enormes de empezar a fumar.

domingo, 16 de enero de 2011

Aragón comienza a moverse por los locales de ocio para fumadores

1er cigarrillón de Zaragoza: cumplido.
Éxito de la quedada, convocada por un bar que sólo existe en la memoria de muchos, y fue un espacio de libertad: el BV80.
Un domingo 16 de enero, de 13 a 14h con 2º de temperatura y densa niebla, más de 300 personas se han ido reuniendo para fumar y charlar al aire libre, fuertemente protegidos por la policía. Cosa que se agradece, ya que, como alguno de los antifumadores recalcitrantes se permitieron decir que mientras nosotros nos jodíamos fumando a la intemperie ellos se irían de vermut por los bares de alrededor, no fuera que cambiaran de opinión y se dedicaran a escarnecernos públicamente con una tomatada.
Los aragoneses hemos dado la cara. Y nunca mejor dicho, porque nos hemos dejado retratar por todos los medios informativos que en Aragón son y estaban.
La convocatoria, que fue concebida por Valtueña para un mensaje SMS y se envió a "cuatro coleguitas" el día 11 de enero fue ésta:
KEDADA: por la devolución de espacios de ocio para fumadores. El ke viva de la hostelería, el fumador y el ke kiera apoyar porke esté harto de oler a colonia de bebé en bares de noche, si no le han anulado el ánimo, ke lo pase y acuda. Dom 16enero, de13a14h, en fuente Mártires, pza España, ZGZ.
Los "cuatro coleguitas" se emocionaron tanto, que se multiplicó hasta llegar a la prensa. Ha sido publicada mínimo 3 veces en ella.
Heraldo.es Concentraciones contra la ley antitabaco a través de sms e internet
www.heraldo.es: 'Quedada' de bares y fumadores contra la ley antitabaco

Todo esto, más varios artículos de opinión escritos por Valtueña y publicados por BV80 en su facebook:

Contra la "ley antifumadores"
de Bar Bvochenta, el Martes, 11 de enero de 2011 a las 19:20
No se puede tolerar que algún "antifumadores" recalcitrante nos llame enfermos a los que fumamos por el hecho de fumar. Y menos que lo haga el gobierno, cualquier gobierno, como ya se oye por las televisiones. En todo caso igual alguno lo lleguemos a ser a causa del tabaco que nos hacen consumir, envenenado con su consentimiento para que enganche más, al estar gravado de impuestos como si fueran diamantes. E incluso otros, quién sabe si nosotros mismos, enfermen antes por las gasolinas envenenadas que también consienten, por los pollos cargados de dioxinas, por todos los cultivos transgénicos, por las legionelas, por... etc.etc.

Sobre la ley "antifumadores"

de Bar Bvochenta, el Viernes, 14 de enero de 2011 a las 15:02
Vas a comprar un periódico desde la acera y la quiosquera se permite decirte que eso que llevas encendido es caca.
Tu amigo, con el que te has reído durante años dentro de los bares, se permite llamar asesinos a los fumadores y preciarse de que los que no, se nos han adelantado porque nos han matado. ¿Quién es el asesino?
Antifumadores intolerantes nos llaman enfermos públicamente.
Si no acudimos a la quedada del domingo en la fuente de los Márties de la plaza de España de ZGZ, perderemos la única oportunidad que tenemos de recuperar nuestra dignidad. Ya no seremos creíbles y deberemos seguir escondiéndonos.

Sobre los hosteleros amedrentados.

de Bar Bvochenta, el Viernes, 14 de enero de 2011 a las 19:08
El gobierno se vanagloria de que el 99,99% de la hostelería no se queja por la ley "antifumadores". ¿Cómo van a hacerlo? Están acojonados. Se enfrentarían a los pocos clientes que les han dejado, casi todos antifumadores recalcitrantes, y se les irían al garito de al lado. La mayoría de este 99%, fumadores, tienen que fumar a escondidas para que no los crucifiquen también. No se pueden retratar. Hay convocatorias contra la intolerancia absoluta y, a escondidas, sólo pueden comunicarlas a sus íntimos, que saben no recalcitrantes, y a sus antiguos clientes, para que acudan por ellos.

Artículos defendidos por los que están a favor y contestados con gran vehemencia por los que se oponen radicalmente.
Todo esto, ha ayudado a que lo que nos temíamos (que el personal siguiera sin dar ni un paso para defenderse y estuviésemos cuatro y los de las cámaras) se haya visto truncado.
En Aragón no tenemos anulado el ánimo.
¡Bien por el cigarrillón! Tan satisfactorio que muchos de los presentes, aun estando helados, se han animado a invitar a próximas convocatorias.


Llegando a la cita

La gente que comienza a llegar se arremolina junto a las cámaras y micros
Al cuarto de hora, sin haber llegado todavía el grueso de los invitados, las cámaras insisten en que posemos, como si fuese una concentración o manifestación, ya que no podían aguantar el frío. Y no, no era nada de eso, era una quedada entre colegas y cada uno llegaba cuando le apetecía.

Varios de los asistentes sentados en la puta calle con 2º, celebrando el encuentro.

miércoles, 12 de enero de 2011

Palabras de Juan Luis Saldaña (y más)

Publicado por Juan Luis Saldaña en su blog de zaragózame:
http://zaragozame.com/juanluissaldana/2010/10/%E2%80%9Cnoches-de-bv80%E2%80%B3-o-lo-que-vale-un-peine/

"Noches de BV80" o lo que vale un peine

Culpable. Infinitamente culpable me he sentido leyendo las más de mil páginas de este libro de memorias, confesiones y de historia viva de la cultura de nuestro país y, más en concreto, de Zaragoza. Culpable porque entrevisté a Valtueña, su autor, dos veces cuando solo había leído cien páginas. No pude leer más, aunque ahora creo que durante aquellos días debía haber renunciado al sueño. Hubiera hecho la entrevista que el libro merecía y no una aproximación bienintencionada a algo que escapaba de mis posibilidades. También he sentido rabia porque no pude sentar a Valtueña frente a mí en la pequeña locomotora que manejaba en aquellos días en los que tenía espacio para decir lo que me diera la gana hasta que a alguien se le acabase la paciencia.

La culpa no termina ahí. La culpa sigue remordiendome al conocer un punto de vista más de la historia de la música en esta ciudad. Culpa por no haber estado a la altura de tanta gente que hizo posible que la cultura independiente viera la luz, que el rock y todo lo que venía detrás fuera algo accesible, culpa por haber tenido una banda y haber perdido la ilusión, por no haber estado un poco más loco. Leer “Noches de BV80″ es un ejercicio muy sano y debería ser asignatura troncal en la carrera de estrella del rock aragonesa. El libro refleja muy bien quién es quién en el mundo de la cultura local. También, es un reflejo de un momento histórico apasionante: el inicio de la democracia, con 23F incluido.

Confieso que durante la lectura del libro me sentí tan atrapado que, un día, me planté en la calle Doctor Palomar 17 para conocer el BV80. Me equivoqué de local y entré en un estudio de pintura en el que una chica exponía y pintaba. Le conté la historia del garito y me monté la película de dónde estarían la barra y el escenario. La pintora flipó. Al salir, le dije: -¿Vaya visita rara eh?

Es cierto que por el BV80 pasaron Sabina, y Krahe, Loquillo, Miguel Ríos o Manolo García, pero lo hicieron como figurantes de lujo. El libro habla de personajes mucho más interesantes. Algunos, llegaron a ser conocidos y otros no. Hay un trato muy especial a los Aborígenes del Cemento, un grupo importante para el rock Zaragozano del que no se ha hablado lo suficiente. También aparecen Sopeña y Mauricio, los Lennon y McCartney de aquí. Lo cierto es que por el BV80 pasó toda la cultura de aquellos años -duró desde el 81 hasta el 83- porque en la ciudad no había otra cosa. A los lectores que por aquellos años no sabíamos andar, el libro nos da unas cuantas lecciones: humildad, trabajo, ilusión, imaginación, genialidad y esfuerzo para conseguir las cosas. También nos deja claro que muchos políticos que cortan hoy el bacalao, lo cortaban ya hace casi treinta años. Como para hacerlos cambiar.

Putas, teatro, droga, amor romántico, clases sociales, tribus urbanas, escenas descarnadas y un manual de estilo para profesionales de la hostelería y de la noche son algunos de los complementos de este testamento vital de uno de los primeros “agitadores culturales” -ya salió el palabro- que vio esta ciudad. Valtueña, artista, egocéntrico, cabezón impenitente, golfo, noctámbulo, intuitivo, manirroto, empresario amateur y muchas otras cosas más es el narrador de una historia que debería conocer todo aquel que ose colgarse una guitarra en esta ciudad. La crisis económica actual, encuentra un curioso parangón en la crisis de los primeros ochenta y el lector avezado puede sacar interesantes conclusiones.

Si alguien hiciera un índice de personajes de este libro, ardería Troya. Muchos de los que aparecen por sus páginas no son en absoluto conscientes y otros no quieren serlo. Algunos han preferido olvidar y otros no quieren saber mucho. Para los fanáticos de Bunburi y de Héroes del Silencio, el libro encierra anécdotas muy jugosas y su autor se ha guardado unas cuantas para sus amigos.

Podríamos hablar de estilo literario, de estructura y de organización del libro, pero hay obras que hay que mirar y callar. Esta es una de ellas. Lean “Noches de BV80″ y tendrán una gran ventaja sobre el resto: saber lo que vale un peine.

Para los que se queden con ganas: Blog de BV80

Responses

  1. Valtueña says:

    Gracias Juan Luis, por leerlo y entenderlo.

  2. Ela says:

    Gracias por el comentario, me interesa un montón. Lo leeré.

  3. El hijo del capitán says:

    Valtueña tiene que estar orgulloso de esta crónica.
    A juzgar por ella, la cultura zaragozana debería estar orgullosa de Valtueña.
    Me ha gustado mucho, Juan Luis.

sábado, 8 de enero de 2011

Contra la Ley Antifumadores

Es historia, que, fue Hitler el primer legislador que prohibió fumar en un país occidental para preservar la salud física, que no mental, de la super raza, y provocó la muerte o se cargó directamente a millones de personas.
Es historia, que, cuando comenzó la prohibición de fumar en algunos países europeos, a partir del año 2006, no existían o estaban en ciernes las redes sociales, y los atacados se tuvieron que conformar porque lo único que tenían fue la pataleta en su corrillo de amiguetes, sin comunicación alguna entre unos corrillos y otros.
Es historia, que, en varios países europeos con esa misma ley, pero de implantación más reciente, lo que significa: con ciudadanos menos incomunicados, países que, por cierto, legislaron casi tan drásticamente como España, han debido recular por la presión del pueblo. Entre algunos países norteños, el más singular, Holanda, en el que 2.000 pubs de todo el país, negocios regentados en plan familiar, están rehabilitados por el gobierno para poder fumar (el que no quiera ser fumador pasivo que no entre). O, en el sur, Grecia, que tras la rebelión general de la hostelería por la que sacaron de golpe todos los ceniceros en sus locales, el gobierno está revisando esa ley para volver a habilitar zonas para no fumadores, en todos los bares y restaurantes.
¿Qué pasará en España?

Mi señora y yo, fumadores de pro por gustazo y por derecho, desde que no nos dejan entrar a los bares nos dedicamos a pasear. Ahorro y vida sana, si no fuese por esa mierda de contaminación atmosférica, de la que no hay donde refugiarse. (Que, por cierto, ahora se empieza a oír en la televisión estatal que, según estudios médicos, es la principal causante de la mayoría de muertes por infarto, cánceres diversos, etc.).
El otro día, en uno de nuestros paseos con un amigo por el centro de la ciudad, lloviendo, encontramos una terraza dentro de un pasaje comercial abierto, con las mismas mesas de toda la vida en las que siempre se ha podido fumar y, por ello, nos sentamos a tomar una copa para poder charlar a cubierto, aunque hubiese dos grados de temperatura. Estas fotos dan prueba de ello.












Podéis
reíros, un poco, antifumadores, no demasiado, no sé si llegáis a entender que no estamos ahí por gusto, sino porque nos obligan.
Pensad que a nosotros, los malditos de esta nueva sociedad dirigida por el gran hermano, no nos dan opción alguna de elegir a dónde ir, como la teníais y la tenéis vosotros.
¡¿Será posible, antifumadores, que, con el buen tiempo, cuando queráis sentaros en esas terrazas, también nos echéis de ellas...?!

El día 3 de enero lancé a la red la idea del cigarrillón por la libertad, y se está multiplicando como la espuma en el mar. Ya se han convocado, con todas las consecuencias, uno en Barcelona y otro en La Coruña.
A través de estas cosas y otras, si conseguimos, como en algunos países europeos, que nos devuelvan espacios de ocio para fumadores (me cuentan de buena mano, que en París y Roma ya se fuma en algunos restaurantes y pubs, haciendo la vista gorda las autoridades), me sentiré libre para poder dejar de fumar, a gusto, si me place.

Para continuar leyendo y reflexionando, otra entrada sobre el tema:
http://barbv80.blogspot.com/2011/01/por-el-cigarrillon-contra-tanta-tortura.html

lunes, 3 de enero de 2011

¡Por el cigarrillón contra tanta tortura a los silenciosos!

Vuelven las dos Españas por imposición, al dictado de unos políticos que están consiguiendo ser en todos los aspectos, y en particular en el de la libertad, más papistas que el papa.
Una, la de los fumadores, que lo somos porque nos han metido el tabaco por los ojos los propios gobiernos desde que nacimos, y resulta que nos gusta. Que no lo queremos dejar, porque nos gusta, y porque dejaríamos de sentirnos personas si lo abandonáramos por la imposición de no permitirnos fumar en nuestros ratos de ocio, en nuestros bares, como lo hemos hecho toda la vida. A todos nosotros nos obligan a dejar de relacionarnos con los otros, con los "normales", y a ir escondiéndonos por los rincones como los antiguos yonkis.
Sólo el pensarlo nos está haciendo sentirnos muy mal. Pero peor será, hasta el punto de que podamos llegar a explotar, cuando los "normales" pasen a nuestro lado por esos rincones, volviendo la cabeza para no mirarnos, como si realmente fuésemos yonkis, para meterse en nuestros antiguos bares.
Digo "nuestros" porque somos los que hasta ayer los hemos mantenido. Hasta ayer el 80% de la clientela y de los dueños de locales de copas e incluso de restaurantes éramos fumadores.

Los otros, algunos, ya incluso se permiten regodearse públicamente. El gobierno ha hecho tan bien su labor de lavado de "cerebros" a nivel nacional, que no va a necesitar policía para que se cumpla el ordeno y mando, ni inspectores que, por cierto, más valdría que se dedicaran de verdad a echar un simple vistazo a las cocinas y servicios de los locales de hostelería, porque eso sí son auténticos puntos de contaminación.
Estos que se regodean, y más los que lo hacen a las espaldas, le van a solucionar la labor, gratis, al régimen. Van a ser nuestros "particulares policías", los parapolicías del estado, como en cualquier república bananera, que por lo visto es a lo que aspira este país, al ver que tras lavado más lavado y lavado de cabeza han conseguido que nadie salga a la calle para protestar por nada, de tantas cosas en las que nos ha jodido el poder, y nos va a seguir jodiendo.
Con tanta zarandaja, con tanta Belén Esteban, y ahora con esta jodienda, pretenden mantenernos entretenidos para que no protestemos, ni siquiera porque al llegar a las puertas de atrás de los supermercados y ponernos a escarbar en los cubos de basura en busca de lo que tiran, nos quedemos sin comer porque ese día otros se nos han adelantado.

Alguien dijo que con esta ley iban a matar la bohemia. Muchos de los que ahora serán nuestra policía se han estado aprovechando de ella, de las enriquecedoras relaciones tenidas en esos garitos llenos de música, de intercambio y generación de ideas, de buen humor y malos humos por culpa de malas extracciones. Los fumadores pasivos, como dice Minchinela, Raúl Sensato para más señas, "ahora se quedan sólo en pasivos".
Pero esos malos humos opcionales nunca serán tan malos como los que nos obligan a tragar indiscriminadamente los miles de coches, camiones y motos supercontaminantes que circulan por nuestras calles. Esta imposición gubernativa es tan surrealista que nos prohibe fumar, por ejemplo, en los paseos centrales de la avenida Fernando el Católico y Gran Vía, por haber zonas de juego infantiles. Cuando por el gran pasillo que forman las fachadas de sus edificios, a 1 metro de los toboganes, circulan miles de vehículos motorizados al día, a escape libre.
Tan surrealista como subir los impuestos al tabaco para compensar los que van a dejar de proporcionar el nuevo medio millón de parados que provocará esta ley: dueños y trabajadores en general de hostelería, propietarios de tanta cantidad de locales como tendrán que cerrar, que entonces sólo servirán para criar ratas y cucarachas, que no es negocio; más empresarios y empleados de los otros cientos de negocios que existen por y para la hostelería.
¡Ah, no! Que dicen los "normales" que ahora van a ir y a gastar más en los bares para compensarles las pérdidas, cuando han tenido oportunidad de acudir a garitos de no fumadores y, los aventurados dueños que se atrevieron, ante la ruina, no les quedó más remedio que desempolvar los carteles de permitido fumar.

Pero tranquilos todos a los que les interese, porque la bohemia ni se va a perder ni se perderá nunca. Volverán esos clubes alternativos, alegales o fuera de la legalidad. Esos que, como los bares que se verán obligados a cerrar, tampoco pagarán impuestos, y donde la bohemia será Magia. Esos en los que sí dejaremos entrar a todos los que, aun aparentemente normales, hayan logrado conservar su menta sucia, léase desnormalizada.
Octavio Gómez Milián me preguntaba ayer por facebook si no pensaba ir ya a mi garito habitual porque no me dejaran fumar, que si había encontrado ya algo alternativo. La respuesta fue que, sintiéndolo mucho, ni a ése ni a ninguno. Y que, como ahora ya me considero un proscrito y estamos todos controlados por el gran hermano, no le debía contestar a la segunda pregunta hasta que no nos viéramos cara a cara y se lo pudiera contar al oído. Las cosas serias no se pueden contar por facebook, ni por twitter, ni siquiera por mail.

Ya vale de mentiras. Nos conciencian poniendo siempre el ejemplo de otros países europeos, por ejemplo, para enfrentarnos a unos contra los otros por el tabaco, pero no nos cuentan que en Alemania sí que se puede fumar en los garitos de copas, o que en Grecia la hostelería ha hecho una rebelión general y han sacado todos los ceniceros de golpe a las mesas de los restaurantes y a las barras de los bares. Nos conciencian, y ni siquiera la prensa se atreve a quitarles la razón, con que en España está la gasolina un poco más barata, la luz un poco más barata, etc, etc, que en otros países de Europa, pero no nos cuentan, y nadie les contradice, con que en esos otros países los sueldos no son sólo un poco más altos que aquí, sino casi el doble, el doble, o incluso el triple, dependiendo de en cuál.
Nos conciencian para que les hagamos las labores de reciclado gratis, quitando puestos de trabajo y la posibilidad de ganarse la vida a miles de parados y menesterosos. Yo, personalmente, hace treinta y pocos años, sin necesitarlo, disfrutaba de buenas lifaras de juventud vendiendo dos simples saquitos llenos de cascos de botellas. Y no hace tantos, una cena de lujo para mi pareja y para mí, sólo con llevar a la Saica los periódicos comprados durante todo el año. En esos países que nos ponen de ejemplo, siguen pagando, ahora 10 céntimos de euro por cada botella de cristal o de plástico vacías, por cada lata de refresco, etc.

¡Por el cigarrillón contra tanta tortura a los silenciosos!

Esta ley antibohemia, anticreación, antimensajes al oído, por lo tanto, de prevención de la sedición (divide y vencerás), crea nuevas posibilidades de negocio para esos miles de menesterosos que, a partir de este año nuevo, ya podemos ser cualquiera.

A los cigarrillones que vamos a montar en plena vía pública, como antaño las cigarrilleras en estadios, plazas de toros, etc, podrá acudir cualquiera, con una cajita de madera colgada del cuello, llena de cervezas frías o cubatas y whiskies recién puestos, en el coche o en el carrito que tengan aparcado en la esquina.

Valtueña.
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