Perdidos en una fría noche de viernes, allá que fuimos: donde la campana cobija a poetas y músicos por obra y empeño de Rodo.
Y nos encontramos con una atmósfera ya templada, calma, sutil, donde las palabras se nos hilaban con humo, whisky y kas de naranja.
Carmen Ruiz, Octavio Gómez Milián y Juan Luis Saldaña eran los protagonistas; Ana Lacarta, la invitada. Cada uno recitó a su manera, a su "verso" diríamos. El denominador común es simple y a la vez difícil de conseguir: pura naturalidad, sin estridencias, voces limpias y mentes claras.
No se trata de epatar. Los perdidos llegamos con necesidad de encuentros sencillos, de escuchar mensajes con luz, cierto calor, suaves risas y emociones cortas pero exquisitas.
Con estos chicos y chicas da gusto.
Y en un espacio así, La Campana de los Perdidos, volcado con las exquisiteces, es un verdadero placer perderse.
Carmen Ruiz, Octavio Gómez Milián y Juan Luis Saldaña eran los protagonistas; Ana Lacarta, la invitada. Cada uno recitó a su manera, a su "verso" diríamos. El denominador común es simple y a la vez difícil de conseguir: pura naturalidad, sin estridencias, voces limpias y mentes claras.
No se trata de epatar. Los perdidos llegamos con necesidad de encuentros sencillos, de escuchar mensajes con luz, cierto calor, suaves risas y emociones cortas pero exquisitas.
Con estos chicos y chicas da gusto.
Y en un espacio así, La Campana de los Perdidos, volcado con las exquisiteces, es un verdadero placer perderse.
Marisa Lanca
[Las fotos se han tomado del facebook de Octavio Gómez Milián. El vídeo es de Marisa Lanca.]
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