Mi querido libro 'Noches de BV80' sigue dándome alegrías.
Xavier Fàbregas, catalán, estudiante de Veterinaria en Zaragoza en los años de existencia de mi garito allá por los 80's, se puso en contacto conmigo, adquirió el libro y lo leyó.
Y después:
Bon dia Valtueña,
¡Vaya curro!
Aparte de R. J. Sénder, eres el autor aragonés del que he leído el libro más largo. Al final lo compré a la Librería Central, de la que ya había sido cliente de estudiante y me lo enviaron por Correo, contra reembolso.
Veo que has tenido una vida agitada, como empresario de la noche, activista y promotor cultural y pintor de todas las brochas.
En los mataderos donde he trabajado era mejor que tuvieras una jornada laboral bien tranquila, de día o de noche, sin vacas tuberculosas o podridas, rácanos, implantes hormonales, tiouracilos, clenbuterol, dexametasona, vacas locas, bajas de transporte o corrales, dioxinas belgas, etc.
Te felicito por el libro, pues has recuperado materiales y es un buen mixing de biografía pública y privada e historia musical y social de Zaragoza. Es un libro distraído, que se lee muy bien. Diría que tienes muy buena memoria, además de guardar unas agendas, calendarios y/o cuadernos de notas muy completos, en un buen archivo.
Coincido contigo en que también me gusta el flamenco (así como además lo rumbero), pero La Camarona, no la conocía. Tu parte esotérica, la entiendo, porque un primo lejano mío del Pallars tuvo que dejar su masía por los mismos motivos.
Te hago llegar en el adjunto, unos comentarios sobre el libro, por si te puede interesar otra perspectiva, la estudiantil, en mi caso.
Gracias y saludos,
Xavier Fàbregas i Comadran
Veterinarian
http://ddd.uab.cat/collection/
Eres unos 5 años mayor que yo y estábamos en niveles de vida que no tenían nada
que ver. A parte de leer también el Andalán, hasta que se dejó de publicar, supongo
que coincidía sin saberlo en bares con tu público variado de artistas, músicos,
intelectuales, políticos, profesores de universidad, funcionarios…, pero no los conocía,
ni me relacionaba en esos ambientes.
De la gente que nombras, solo reconozco al guitarrista Iñaki (si se llamaba Fernández),
recientemente fallecido y amigo de Javier Tarazona, veterinario de mi promoción,
especialista y divulgador de Los Beatles.
A Dionisio, no tengo el placer de conocerlo (¡vaya elemento!), pero al jelipollas del
Loquillo si, de la discoteca BIKINI, en la Diagonal de BCN, donde te miraba desde las
alturas, como si fueras un gusano (en Literatura universal, Sabino Méndez, lo retrata).
La onda
En la época, cuando llegué a ZAZ en el 1979, era el rollo progre, hippy que dices tú (en
tu foto del libro, estás de “progre de postal"). Yo también iba así: melenilla semilarga
color whisky, con barba larga sin bigote, tipo guerrillero islamista checheno.
Entonces abundaban mayormente los heavies y surgieron los nuevaoleros. El más
moderno de nuestra facultad era de Donosti y llevaba gafas negras y una avioneta de
plastilina de colores en la solapa de su americana negra. Pero en general, los bares y
las zonas eran bastante estancos de público; cada uno iba a su mejor ambiente.
De rockabillies se veían pocos. Cuando estudiaba, iba al limpiabotas del Tubo, que
tenía un hijo con tupé, de unos 15 años, que me lustraba los botines (el único vicio caro
que tenía) y que era fan o músico de los Golden Zippers, según me explicaba.
Punks algunos sueltos. Recuerdo un concierto punk de los británicos UK-SUBS al que
asistí, en una discoteca de una esquina, por las Delicias.
Para los estudiantes, el curso y las clases, si es que ibas, empezaban realmente,
después de la Apertura paralela. En los años 1980-1982, las asambleas y
manifestaciones estudiantiles marcaron el calendario académico (entonces la PN, los
maderos, iba de marrón) y fueron años políticamente movidos, en todos los ámbitos.
Garitos
Durante el curso los estudiantes canalizábamos la energía chapando/estudiando,
haciendo deporte (karate en mi caso) y yendo de marcha, al superar o no, los
exámenes. Las convocatorias de parciales y finales en junio, septiembres y febreros,
de las asignaturas a las que te presentabas, limitaban las posibilidades de ocio, pero
los garitos que nombras, los habíamos corrido todos, unos más que otros (muy pocos
por la zona pija de Fco. De Vitoria), según el ambiente, las zonas, los amigos, los
conocidos y la guita disponible, siempre justa. Si tenías 1.000 Pta. para beber 10 tubos
el sábado por la noche, eras el rey, aunque tuvieras que comer cardos, borrajas,
acelgas, legumbres y huevos blancos, el resto de las semanas del mes.
El BV80, yo no lo recuerdo por dentro; si acaso por fuera: ¿un portalón antiguo de
madera, en una casona del barrio, de una calle también arcaica como de tapia y
ladrillos maños? Donde sí que diría que había estado era en el Barrio Verde, que tenía
unas mesas con sillas, alrededor de lo que parecía como una terraza interior. De los
bares en pisos particulares, no fui nunca a ninguno.
La Real también la recuerdo, a altas horas, de camino dormir, a las Fuentes. Y el bar
de los autobuseros de TUZSA, al que íbamos a desayunar a las 5-6 h al acabar de
estudiar por la noche, en junios y septiembres, mientras ponían vídeos porno en la TV.
Conciertos
De música, recuerdo los conciertos del Pilar (Miguel Ríos y su potente banda, sobre
todo el teclados holandés y al inefable Gurrutxaga + la inconmensurable Mondragón
con Jaime Stinus, si no me confundo) y del resto del año, en el pabellón de San José
(Barón rojo), el matadero viejo, los colegios mayores La Salle (¿Sleepy la Beef?) y
Cerbuna, la Universidad Laboral, el cuartel de Palafox, la peña El Brabán, la Romareda
(¿BB King?¿Ray Charles?), la plaza de toros, el Rincón de Goya (salsa, jazz, ¿Pat
Metheny?), un carnaval en el pabellón de fiestas de Casetas con la Orquestra Platería
y diría que algún concierto en las fiestas de Veterinaria, quizás el mayor descontrol
etílico de ZAZ (entendido como sustancia trascendente), además de porros y pastillas
variadas y donde se juntaba todo tipo de público (los macarras que alguno comenta en
tu libro). De los de la Hípica, no los recuerdo.
Amigos míos músicos de Barcelona de grupos de salsa/funky/bailongo, como La
Negra, Orquesta de Mayito Fernández, Orquestra Encantada, ¿Caramba?… habían
venido a tocar a ZAZ al Plató/BKW y a un local decorado con mucho cristal, metal y
colores claros (¿el Rossé que dices?), que estaba a la derecha antes de la plaza de
San Francisco.
Sexo
Respecto a la sexualidad femenina maña, no tengo la percepción de que las mañas
fueran tan folladoras como dices, la verdad. Las estudiantes de Veterinaria más
"avanzadas"; eran las catalanas, valencianas y vascas. A mí me costaba mojar más que
a ti (seguro que tienes más palique), aunque alguna novia maña, incluso de Derecho
tuve.
Con las citas, me he puesto al día de proverbios y jotas guarras, que no conocía…
Ignominia
Del parque Bruil, recuerdo solo el oso pardo aburrido en su jaula minúscula. Parece
mentira que los estudiantes de Veterinaria no formáramos un Frente de Liberación
Animal, para obligar a soltarlo en un parque del Pirineo. Tampoco nos quejamos, ni
destruimos los símbolos fascistas de los vencedores de la guerra civil, que no sé si aún
existen, en la entrada del edificio central de la facultad vieja de Veterinaria.
Escribir
Como dice Cela, todo es ponerse. A mi me pasa lo mismo y si estoy inspirado, la mente
y los dedos van solos. Hace años escribí una ponencia sobre "Historia" de los
promotores del crecimiento en Producción animal: https://ddd.uab.cat/pub/poncom/1998/257661/RESMurcia_a1998.pdf
Y tiene razón Félix Romeo en tu libro, cuando comenta que es necesario escribir una
historia de los bares de este país. Aunque me parece más fácil pintar que escribir, por ser más intuitivo, te lanzo pues este dardo envenenado, que daría para una tesis
doctoral, pero que podría limitarse según conveniencia, de escribir una
HISTORIA DE LOS GARITOS Y DE LAS ZONAS DE MARCHA DE ZARAGOZA (1975-202X)
¡Tú serías el mejor referente y autor para recopilarla!
[...]
Como ciudades by night, conozco Barcelona y Zaragoza. La diferencia fundamental
entre ambas era (ahora ya no lo sé) que en BCN las noches eran menos movidas de
lugares y que las zonas eran mucho más permanentes en el tiempo (ahora diría que
son más o menos las mismas). Por diversos motivos, las cambiantes zonas de ZAZ
eran un torbellino, ya que variaban de año en año y te obligaban a adaptarte a nuevas
localizaciones. Me habían explicado que existían profesionales del sector de la noche
zaragozana que se dedicaban a crear y poner de moda un bar en una zona, cuando
había “subido” lo traspasaban y volvían a hacer lo mismo con otro nuevo, en la misma
zona (incluso justo al lado), o en una nueva zona, por ellos iniciada.
Si te puede servir de modelo, durante la Pandemia escribí una escogida Guía
gastronómica y turística comarcal de Catalunya (1977-2019). Es más de días, de comer
y de conocer y visitar; que de noches. En su prólogo habla tanto de los clásicos bares
de tapas de la calle de la Mercè, detrás de Capitanía, como de los de bares de copas
de entonces.
https://ddd.uab.cat/pub/estudis/xfabregas/239115/MGDguiabares_a2021.pdf
Buscando la complicidad de la memoria y recordando, pero dejando aparte, los locales de ocio de tardes y noches (bares, pubs y discotecas), de Barcelona en 1977-1995: Canarias, Glaciar,
Marsella, Sidecar, Jamboree, Karma, Tabú, Jazz l’Eixample, Velódromo, Universal, Gimlet,
Snooker, Bikini (Diagonal), Otto Zutz, Universal, Zig-zag, KGB, la zona del Born, etc. y porque ahora estamos más por el comer y el beber, evocaremos distintos locales de la Ciudad Condal de la época…
En aquellos años 80, las tapas y el tapeo en Barcelona, no estaban de moda. Esta ha sido una moda muy posterior. Aquí el concepto de, a mediodía antes de comer o por la tarde antes de cenar, ir a tomar vinos o cañas, con alguna tapa (gratis o de pago), de pie, en distintos bares, siguiendo más o menos un recorrido, no existía, al menos para los catalanes (ni ir de potes, ni tomar cacharros, ni…). Aquí se iba a una terraza a mediodía, te sentabas tranquilamente y hacías el aperitivo o “vermut”, que normalmente comprendía una oferta líquida de varios tipos de vermuts, cerveza o refrescos y sólida, limitada normalmente a unas olivas, unas patatas fritas y unos berberechos aliñados… Por la tarde, era sencillamente ir a tomar algo (sin comer)…
En el ámbito rural, durante los días laborables, en casa o en los bares, para reponer fuerzas, se comía un esmorzar de forquilla, que por extensión podía practicarse también los días del fin de semana, ya con menos carga de trabajo...
En Barcelona, hacia 1977, cuando estudiábamos BUP, seguíamos los sábados por la noche una ruta de tapeo por el Gòtic, que a veces se extendía a la Barceloneta… Era la zona detrás de Capitanía, cerca del local de baile TABÚ (en la C/ Escudellers), la primera “discoteca” de salsa de Barcelona, antes de la difusión internacional de la salsa erótica en los 80 y pico.
La ruta principal, recorría la calle de la Mercè. La primera parada, desde su entrada sur, era el BAR CELTA, con sus variadísimas tapas gallegas. Seguía “el CANARIO”, con sus memorables hermanos Dalton y su única tapa, de jamón canario con patatas. En la acera 2 de enfrente, el BAR LA PLATA, con sus tradicionales tapas de la costa: pescadito frito y amanida de tomate.
Más adelante, “el NAVARRO”, con su loro al lado del portón, donde ofrecía en una taberna cuasi medieval, con altillo, su excelente cecina de León, sus quesos curados y su ajoarriero. Algún bar de más hacia arriba de la calle, servía chorizos a la sidra. A veces nos acercábamos a un semisótano con mesas corridas en la calle Regomir, donde no se si recuerdo que servían callos…
Y si había más hambre, nos desplazábamos a la Barceloneta, donde a la entrada del barrio, en EL VASO DE ORO, “el bar más estrecho del mundo”, te ponían unas flautas (de cerveza)
impecables. Y después, para rematar, en alguno de los bares de las plazas y calles del barrio, unas bombas bien picantes, que afirman los entendidos que es “la tapa de Barcelona”.
Antes de la Covid, el Celta y la Plata aún servían…
Para garitos de BCN, enlaces que completan en mucho este prólogo:
https://www.ramonubeda.com/proyectos/aquellosbaresdelosochenta/
http://lwsn.net/article/bars-i-cafeteries-de-la-barcelona-dels-70-#c005498
Para animarte, te envío también la relación de Zonas Saturadas de ZAZ (locales), que
he encontrado por internet y de las que yo era un saturado:
https://www.zaragoza.es/cont/paginas/normativa/anexos/saturadas_al.pdf
De la Costa by night, solo conozco bien Tossa de Mar (donde trabajé de camarero de
terraza un verano en unos apartamentos con piscina y bar-restaurante -sirviendo a
mineros galeses de cerveza, con señoras gansas de 4-5 Barcardicoke-), l'Escala, de
vacaciones en casa de un amigo y Formentera, antes de la llegada de los duos
italianos a la isla (venían siempre 2 maromos en una moto de 125 cc ¡desde Italia!).
He seguido yendo a ZAZ durante todos estos años, desde que acabé la carrera, por
motivos profesionales: presentación de comunicaciones y posters a diferentes jornadas
de Producción animal de AIDA, congresos y symposiums; alguna beca; cursos
recibidos e impartidos, etc.
No sé si también pasa en ZAZ, pero en BCN se ha perdido la clásica denominación
caña / jarra / tubo y existe una gran confusión con lo de cerveza (ahora son copas)
pequeña / grande. ¡Es un lío de tamaños y capacidades!
Gracias y saludos,
Xavi Fàbregas